Y yo aquí, sola, pensando, viendo la vida pasar desde un banco sentada,
la noche me ayuda, la Luna me entiende y las estrellas me hacen sentirme como una chica más del montón que no sabe lo que quiere, está totalmente perdida.
El tiempo se consume segundo a segundo y yo sigo aquí.
Ojalá pudiera vivir mucho mucho tiempo y hacer todas las cosas que quiero y todas las opciones que tengo para saber cuál es la mejor pero no puedo, es imposible.
¿Y si me equivoco? Miedo, inseguridad, indecisión... eso es lo que me pasa.
Tantas maneras, tantas historias, tantas opciones de vivir la vida que no sé cuál elegir para pasar el momento.
Pregunto a mi gente que es lo que harían pero es que en realidad no me sirve... Nadie podría cambiar mi decisión, así de cabezota soy: cuando no sé lo que quiero pregunto y pregunto y pregunto pero cuando lo sé, lo sé y es eso me digan lo que me digan.
¿Tardaré mucho en tomar una decisión? Espero que no.
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