Había una vez una chica y un chico unidos por una mísera casualidad, él no la quería más allá de la cama, o eso decía y ella iba ilusionándose, no había nadie a quién le hiciera caso cuando ola advertían. Él consiguiendo "su meta": llevarla a la cama, ella consiguiendo "su sueño": dormir con él. Esa noche ella se puso mala, no sabía lo que la pasaba y a él le tocó cuidarla, sin darse cuenta se le olvidó a lo que iba y la empezó a querer como se quiere de verdad y ella descubrió que su sueño no era dormir con él, era un chico que la cuidase y que no le importase quedarse sin fiesta una noche si ella lo necesitaba realmente. Fue aquel momento en el que se miraron, se desearon, se enamoraron. "Las riendas de una relación las lleva siempre el que quiere menos, pero ese poder no da la felicidad."
