SUEÑOS Y REALIDAD

Suena el despertador, abro los ojos y miro a un lado y a otro. Acabo de despertarme de un precioso sueño dónde me abrazabas con más fuerza que nunca y me cojías de la mano, me acariciabas con dulzura y me susurrabas te quiero al oído, prometiéndome que nunca te irías de mi lado. Segundos más tarde comenzabamos a andar sin rumbo cogida a tu cintura y feliz. Pero algo empezaba a ir mal, tu mano se alejaba de la mía, ya no podía sentir tu olor, ni el roce de tu cuerpo. Empezaste a caminar alejándote de mi y asegurándome que la noche siguiente volverías a aparecer. Un pitido interfirió entre el sueño y la realidad. Cerré los ojos con fuerza para volver a estar contigo pero me encontraba sola en aquel lugar y decidí despertar. Ya estaba en el mundo real. Ahora me tocaba afrontar la verdad, aceptar que nunca volvería a tocar tu pelo ni a rozar tus labios. Que pasarías por mi lado y harías como que nunca he existido. Tenía que resignarme a no recibir más "te quiero"s tuyos... Aceptar que la vida sigue, continúa y que aunque tu sonrisa me eleve al cielo y tu presencia me haga sentir segura, puedo estar satisfecha por tenerte todas las noches a mi lado, en mis sueños.