PENSÉ QUE NUNCA VOLVERÍAS.

Sé lo difícil que resulta levantarse de la cama cada mañana. Conozco aquellos sentimientos que he tenido sin ti. Simplemente no hay nada que esperar. Lo único que sigue esperando ahí , delante de ti, son las obligaciones y un gran dolor de cabeza.

Al despertarte, te sientas al borde de la cama y piensas: ¿hay alguna razón por la que levantarse? No la encontraba, con qué objetivo seguir adelante...
Tú tan solo no te quieres levantar porque la vida sigue siendo la misma y tú sigues siendo el mismo. Si la vida cambiara y tú cambiaras también, ¿crees que todo sería mejor? No lo sé...

Es como caminar y caminar pero nunca levantar el vuelo.

Y de pronto llegas tú, en medio de la tormenta, un "te echo de menos princesa".  

Increíble como una simple frase puede hacerte tocar el cielo con las manos. Seguida de esa seguridad que siento cuando estoy entre tus brazos y me dices: "tranquila, mírame, todo irá bien".

Te necesito en mi vida y si no quieres quedarte en ella, no hubieras entrado en ella de la forma que un día, con esa mirada, entraste. Sinceramente, no me quedaba ninguna ilusión ni esperanza, pensé que nunca volverías.