YING - YANG

Hoy es de estos días que no te encuentras, que sabes que estás mal pero que no entiendes el motivo. Tus amigos te dicen que le expliques qué te pasa pero no puedes, no hay manera. Será porque echas de menos algo, porque sientes cierta preocupación por alguna cosa, que nada va bien, algo falla o simplemente porque tus recuerdos te invaden y no puedes parar de pensar en, tal vez, una fecha, una foto, un día, una tarde, una frase, una mirada... En fin, que estás rara y nadie lo va a entender si ni si quiera tú sabes con cierta precisión lo que ocurre.

+¿Qué es eso?
-El Ying-yang de lo bueno y lo malo.
+Ah...
-Significa la perfecta unión de los opuestos.

¿Una frase bonita no? La encontré viendo una película de las que veo cuando me siento de esa forma. "... perfecta unión de los opuestos..." ¿No creéis que tiene mucha razón? Cuando tú piensas en alguien que puede que esté a tu lado, ya sea amor o amistad, dices que quieres encontrar a una persona igual que tú, con los mismos gustos, la misma manera de ser, la misma clase social... pero al fin y al cabo, si tú terminas con una persona idéntica, nada va a ir bien, o puede que si, pero al final se terminará agotando esa relación llegado un momento. En la vida se necesita alguien que te complemente, que lo que te falte a ti, lo puedas hallar en el otro. Por ejemplo, si una persona es muy nerviosa, precisa de tranquilidad, una persona que le transmita serenidad. Una persona puede ser descuidada y  le conviene topar con una que le ayude a organizarse para llevar a cabo una vida. Y muchos casos diferentes pero siempre es lo mismo. Y esos son los opuestos: sensible, insensible; quieto, inquieto; expresivo, retraído... Necesitamos alguien con quien, juntos, lleguemos a esa perfección que aunque nunca existirá, la rocemos, la perfecta imperfección de ambos.