SENSACIONES

Son sensaciones que no podemos reprimir. Son… son momentos. Son minutos de algo que no puede durar siempre, y que, nos gustaría que fueran eternos. Son esas veces que estás hablando con alguien, y no dices nada. Pero no quieres que ese momento acabe. Y el silencio ayuda mucho. El silencio hace que esos momentos parezcan durar más de lo que duraron. Y cuando ese momento ya se ha ido, pasa a ser un recuerdo. Un recuerdo que, al recordarlo, se te pinta en la cara una sonrisa. Una sonrisa casi que melancólica. Porque, ¡joder!, eran buenos tiempos, aquellos. Con personas que, quieras o no, al final las acabas echando de menos. Y cuando se van, cuando desaparecen del mapa, (pero no del mapa de nuestro corazón), del mapa del recuerdo. Porque el recuerdo es lo último que nos queda de algo, ya sea bueno o malo.

MIRARÁS ATRÁS SIN REMORDIMIENTOS.

Da un paso atrás. Mírate a ti misma. Eres humana. Eres hermosa. Eres tan hermosa... Puedes ser cualquier cosa. Puedes serlo todo. No odies porque alguien rompió tu corazón o porque tus padres se separaron. No odies porque tu mejor amiga te traicionó, porque tu padre te golpee o porque el joven de la calle te llame gorda, fea, estúpida o inútil. No te preocupes, son cosas que no puedes controlar. Llora cuando sea necesario. Y déjalo cuando sea el momento de dejarlo. No te aferres a los recuerdos dolorosos porque tengas miedo de olvidar. Deja de lado las cosas que están en el pasado. Olvídate de las cosas que no valen la pena recordar. Deja de dar las cosas por sentado. Deja de hablar seriamente de la vida. Vive por algo. Vive para ti misma. Enamórate y desenamórate. Haz esto una y otra vez hasta que sepas lo que realmente es amar a alguien. Cuestiona las cosas. Dile a alguien lo que sientes realmente. Duerme bajo las estrellas. Inspira, crea, imagina. Comparte algo maravilloso. Haz algo hermoso y luego destrúyelo. Conoce gente nueva. Haz que un día sea especial. Sigue tus sueños. Vive tu vida en su totalidad. Simplemente vive, maldita sea. Deja de lado todas las cosas horribles de tu vida. Y un día, cuando seas vieja, mirarás hacia atrás sin remordimientos.

DETESTO SER TAN VULNERABLE.

No sé como soy. No sé quien soy. No sé como he de ser. No se como quiero ser. No se si fue ayer o hoy. No sé si eres tú o yo. Estoy llena de "no sé's" y rellena de palabras. Dudas y preguntas. Llena de lo que me dicen los demás, y hasta el colmo de lo que me digo. Harta de querer hacer cosas y no poder, querer decir cosas y que no salgan. Harta de pensar y preocuparme. Detesto ser tan vulnerable... Sin haber tenido experiencia alguna me hice mi propia coraza, implacable y blindada. Pero el tiempo pasa, y conoces a muchas personas. Unas mejores, otras peores, pero personas al fin y al cabo. Y encuentras a esas personas con las que esa coraza, sin motivo alguno se va esfumando. Pero, eh, no del todo. Y eso no te permite hacer según que cosas, no te deja decir según que otras...